divendres, 18 de novembre del 2016

LO QUE DEBES SABER SI QUIERES ABRIR UN NEGOCIO (IV). LICENCIA DE APERTURA




Tramitar las licencias necesarias para abrir un negocio se convierte para el emprendedor en una verdadera pesadilla. Cambios en el proyecto, gastos añadidos, riesgo de sanciones.

La concesión de una licencia de apertura para cualquier negocio debería estar lista en un plazo de entre 15 días y cuatro meses, pero en realidad, este proceso se alarga entre seis meses y dos años. Como consecuencia muchos emprendedores que estrenan o reforman su local terminan trabajando en la ilegalidad. Sin la licencia de apertura aprobada o con una licencia de obras pendiente del visto bueno por continuos requerimientos administrativos que no se habían previsto, se arriesgan a una sanción que les puede costar miles de euros, incluso la clausura temporal del local. Otro factor a tener en cuenta es ser relista a la hora de calcular el gasto que nos va a suponer adecuar nuestro local, más vale hacer un cálculo por exceso que por defecto, la adecuación de instalaciones a la normativa suelen ser caras, sobre todo en actividades como bares, restaurantes, talleres, etc. Si no disponemos del capital suficiente, más vale replantear nuestro proyecto.

Pese a esta situación y los riesgos que conlleva, un porcentaje muy alto de empresarios los asume e inicia su actividad (o la reanuda) sin tener todo en regla.

AYUDA PROFESIONAL LICENCIAS DE APERTURA

El motivo de esta forma de actuar es que la legalidad sobre las licencias es confuso. Hay muchas normativas y de diferente ámbitos, nacionales, autonómicas, locales… y que en ocasiones son contradictorias entre sí. Incluso con la tramitación en manos de profesionales dan lugar a interpretaciones diferentes, todo ello provoca que, en muchos casos, surjan incidencias que alargan el proceso.

Por ese motivo los emprendedores se ven obligados a elegir entre retrasar la apertura de la actividad con los gastos que conlleva o empezar a trabajar sin autorización y esperar a que, finalmente, les aprueben el proyecto. La mayoría elige la segunda opción.

COSAS QUE SE PUEDEN HACER

Gran parte de estas situaciones las motiva la falta de unanimidad en la concesión de las licencias, la imprudencia o la falta de información de muchos emprendedores antes de iniciar la actividad suele agravar el problema. Ningún profesional que se dedique a la tramitación de licencias se aventura a garantizar la aprobación de un proyecto a la primera, pero todos coinciden en que existen algunas precauciones que pueden ahorrar tiempo y dinero.

Una buena iniciativa es acudir al ayuntamiento correspondiente y hablar con el técnico que tramite el expediente. Preguntar qué requisitos se piden para el tipo de negocio que quieres abrir, explicar el proyecto, si hay que hacer obra, que catalogue si ésta es “menor” o “mayor”. Muchos empresarios empiezan las obras antes de iniciar los trámites, en ocasiones constituyen una sociedad sin pedir información y se encuentran con sorpresas como no poder abrir el tipo de negocio que tiene pensado en la ubicación escogida. Ocurre en muchos casos que el ayuntamiento no concede licencias para algunas actividades en zonas o barrios determinados.

Otro error habitual es alquilar un local que ya está reformado creyendo que así no se tiene que hacer obra y, cuando tramita la licencia de apertura, el ayuntamiento le exige cambios porque el anterior propietario no había realizado ningún trámite. Además puede ocurrir que en el ayuntamiento no haya constancia de que ese local tuviera un uso anterior
En estos casos es recomendable ir al registro de licencias del ayuntamiento correspondiente antes de alquilar el local para ver su situación legal, comprobar si ha sufrido algún tipo de sanción o ha sido objeto de la apertura de algún tipo de expediente. Si existe algún tipo de antecedente, es posible que la inspección siga “acosando” al local aunque éste haya cambiado de inquilino o propietario.

LOS POSIBLES RIESGOS

Un importante porcentaje de empresarios solo acuden a los profesionales cuando se encuentran con los problemas o ya tienen abierto el local. Eso les coloca en una situación de “alto riesgo”.
La mayor parte de problemas que aparecen durante la tramitación de la licencia, son subsanables con dinero, también es posible que debamos sacrificar parte de la superficie del local que estaba destinada a los clientes. En ambos casos no haber procedido correctamente puede provocar un gasto muy grande o la pérdida significativa de espacio útil, con lo que el empresario se puede ver obligado a cambiar de local. Si esto ocurre tendremos aún más gastos que si hubiéramos procedido correctamente desde un principio.
En el caso de incumplimientos en materia de instalaciones o seguridad que puedan conducir a incendios o situaciones con riesgo para las personas, las consecuencias pueden llegar a ser penales.

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